Llegaba tarde a la cita, pero no importaba,
sabía que allí estaría ella, siempre estuvo esperándome.
Mis ojos se clavaron en sus formas, de forma bestia,
mi corazón se aceleraba, no había palabras.
Poco a poco me fui acercando, insinuando,
estábamos hechos el uno para el otro, estaba claro.
Empecé a ponerme romántico, cante poemas,
le declaré mi amor, nunca nos separarían barreras.
Ella escuchaba atenta sin interrumpirme,
los planes de futuro que le ofrecía sin parar de repetirle.
Tenía un brillo especial y quería besarla,
pero era su primer hombre y tenía que saber tratarla.


Al principio la note un poco fría, sin embargo
cada vez se ponía más caliente, era evidente...
Así que le propuse algo indecente, diferente,
acercarnos a un reservado
y hacerlo apasionadamente.
No se cortaba un cacho cuando vi que quería montárselo allí,
delante de todo el mundo, todo el público.
La gente no parecía darle importancia,
así que la cogí con las dos manos y allí mismo la abrí.
Ella suspiró, fue algo bello, le acaricié por el cuello
y roce mis labios cegado por sus encantos.
Cuando me vio más a tono me dió a entender
que tenía que pagar por lo que iba a hacer,

" Las cosas no son gratis... tu que crees? ....
- ¿ Así que fue pagando tu primera vez ? "

Pues si, ya ves,
pero estaba tan caliente y excitado,
que hasta echaba espuma por la boca.
Necesitaba sentirla, agarrarla, chuparla,
la noté tan mojada que no podía negarme.
Le quité lo poco que llevaba encima,
y ahí estaba frente a mí con sus curvas perfectas, su estilo.
Merecía la pena pagar por ella...
Pero ya no era lo mismo, mi corazón se había partido.
Resentido, acabe como pude y como quedaba tiempo le dije:
"ya que me has hecho pagar por ti,
con mis amigos ahora te voy a compartir"

Y allí la deje casi sin fuerzas,
viendo como se la pasaban unos a otros,
y supe que no sería la única en mi vida,
pero nunca olvidaré aquella primera y bella…

...botella de cerveza.