Siempre te he tenido temor y ahora estoy perdido en tus calle y no se si tengo el valor para que tu ritual conmigo ensayes. Tus construcciones me intimidan como la gente que tus calles recorre ni se hablan, tampoco se miran quizas atemorizados por tus torres. Y entre mil millones de desconocidos unos pocos me son familiares pero sus caminos no van con los mios y sus planes no son mis planes. Todos tapados de obligaciones con el tiempo justo y cumpliendo horarios al entrar confiscan tus emociones no estan permitidas, se vive de presagios. Sos una de esas grandes ciudades pero nadie se queda mucho tiemo la vida esta afuera en realidad y siento que la estoy perdiendo. Estas enferma de dolor y no es una enfermedad hereditaria porque a pesar de todo yo te elegi a vos mi aborrecida ciudad de Buenos Aires.