Llegan buenas nuevas de los escondidos, de los convalescientes para los sonados. Mi aliento ya no espera (no hay fiera en mi colmillo) pero devoro, herido el espacio y el brillo de mis amantes.
Alguna recaĂda (un poco de hipo brusco) para los fugitivos marcados a fuego y alguno que otro hechizo (todo muy sencillo) si nada te conmueve ni los tiroteos de mis amantes...