Escuchando tu silencio,
Entendí que no tenías nada bueno que contar.
Era frágil tu memoria,
Olvidabas cada hora,
En que armamos dulces sueños,
Bajo un cielo azul de mar.

Fui el caníbal de tus labios,
Cliente fijo en tu regazo,
En días de soledad.
Quien malcriaba tu locura,
Con paseos a la luna,
Y hoy no soy más que una foto,
Que se ahoga bajo un mar de lagrimas.
Tu no has parado de llorar.
Yo no me canso de luchar,
Para intentarlo una vez más.

Coro: Pero hoy deshojo pétalos de hielo,
Las margaritas me dan miedo.
Rayaste el disco en no te quiero,
En no te quiero y fueron esos,
Tibios besos los que hicieron,
De tu recuerdo un cargamento,
Que pesa más que el mundo entero,
Renuncio a tenerte lejos...

Los juguetes se perdieron.
La casita de los sueños no tendrá papá y mamá.
El cohete que iba al cielo,
Accionado por un beso,
Ha estallado en pleno vuelo
Y no tendré como jugar.

Dime quien iba a saber,
Que esto iba a suceder.
Sorprendidos en enero,
Descubrimos en el cielo,
Nubes que lloraban fuego,
Y que quemaban la ciudad que nos vio andar,
De manos en cualquier lugar.
Fuímos dos héroes al amar.
Fué nuestro el mundo y mucho más.


(por Julio Revilla)