Creció sumergido en la egoísta aristocracia De lujos y fiestas, con aires de nobleza Fue convocado allí a una dura guerra
Una luz iluminó Fue el llamado de Dios Que su corazón encontraría Al rezar en San Damián
La voz del padre eterno escucharía No permitas que mi templo caiga en ruinas Y a todas sus riquezas renunció
Para vivir en caridad Ayudar a los demás Su capilla restaurar Con mendigos caminar Desnudo al andar Y así su nombre inmortalizar
San Francisco Su legado reflejado en mi carnaval La roja y amarilla comparsa popular El pueblo, cantando Mi furiosa batería sonará
Emprendió así un largo caminar Predicar la palabra a toda la humanidad Una legión de mendigos siguió sus pasos En Porciúncula se formó una hermandad
La Orden Franciscana fundaría Para que todos vivamos como hermanos Sin lujos, dinero ni riquezas Por sus actos la iglesia lo refutó Amante de la naturaleza
Preservemos Lo que el creador nos dio Sus colores, sonidos Hay tanta diversidad Entre animales y plantas Digno de admirar
Por un mundo con fe alegría y esperanza Hoy grita de amor mi comparsa Catamarca Caminamos juntos este peregrinar En busca de paz, tolerancia e igualdad